miércoles, 25 de diciembre de 2013

¡Feliz Navidad!




                            Nace aquí, Dios, donde más falta hace.
                       Donde más urge tu presencia pura.
                       En esta soledad, en esta anchura
                       -pecho quise decir-, ven Dios y nace.

                             Deja el portal de siempre, donde pace
                       su rutina la bestia y su pastura.
                       Sin ángeles ni reyes, en la dura
                       tierra de mí, tiéndete Dios y yace.

                            Vienes a cruz, a cruz vete avezando:
                       nada más cruz ni nada más martillo,
                       ni más hiel, ni más clavo, ni más pena.

                            Matracas de mis huesos repicando
                       gloria a ti, corazón o caramillo:
                       yo tu Belén y Tú mi noche buena.

                                            (José Luis Tejada)

domingo, 1 de diciembre de 2013

Adviento


 Comenzamos un nuevo Adviento. Está cercana la celebración, un año más, de la venida al mundo de nuestro Salvador. En todo el mundo los cristianos se preparan para vivir con verdadera fe estas fiestas. Por toda Europa, y en muchos otros lugares, las casas se llenarán de luces y quirnaldas, y de belenes y adornos alegres.

Pero las grandes alegrías de las familias, las celebraciones más queridas, hay que prepararlas con tiempo. Si se preparan, luego salen mucho mejor y todo el mundo las disfruta más. Eso queremos con el Adviento, que significa llegada, darnos cuenta de que llega pronto la Navidad del Niño Jesús.

Nos habremos fijado que en las misas de estos días comienzan a leerse pasajes del profeta Isaías que profetizaban desde muchos siglos antes la gran esperanza de Israel. El evangelio de la misa de hoy, primer domingo de Adviento, nos anima a esta preparación: "Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor". Debemos mantener siempre esa vela, pero más ahora en que sí sabemos que nuestro Señor hecho niño por nosotros está cercano.

¿Cómo nos prepararemos para vivir cristianamente las próximas fiestas? Tradicionalmente se recurre a la comparación de la Virgen, mujer joven que sentiría cercano el fin de la gestación del Niño y que prepararía con esmero lo necesario para su nacimiento. No es casualidad que en estas fechas celebremos la fiesta de la Inmaculada Concepción de María (el día 8 de diciembre), que nos recuerda que nuestra Madre del cielo vivió la caridad plenamente, sin dar cabida al pecado.

 Así nos prepararemos durante este Adviento: sobre todo con caridad, una caridad que nos introduce en la familia de María, José y el recién nacido, y que nos une estrechamente a todos los hombres, en especial a los más cercanos, con los que convivimos a diario, y a los más necesitados.

El próximo jueves día 5 nos prepararemos en nuestra Parroquia para la celebración de la Virgen Inmaculada, con una "hora santa" entre las 20:30 y 21:30, después de la misa de las ocho. Será un tiempo fundamentalmente de oración con la Virgen.

La caridad nos unirá con todos en nuestra Parroquia y en nuestra Diócesis. El domingo día 15 podremos participar en unas horas de retiro y oración (entre las 9,30 y las 14,00 horas) en la Casa de Ejercicios de La Inmaculada. Y la caridad nos unirá también con la Iglesia en todo el mundo y el Papa Francisco, que ha concluido el Año de la Fe y anuncia un nuevo año de oración por las vocaciones religiosas; y que nos ha propuesto como intenciones suyas para el mes de diciembre rezar y ayudar a la infancia necesitada y que "ilumniados por el Verbo Encarnado, preparemos la venida del Señor".